Este grupo constituye un tipo con más características comunes que el anterior, lo que nos permite estudiarlas en conjunto a pesar de las peculiaridades particulares de algunas. Solucionan de una forma práctica y satisfactoria su misión de mirador, pues consiguen gran altura sin cargar excesivamente la estructura general del edificio al elevar su último cuerpo con una superficie que ocupa la mitad o menos de la planta general de la torre. A la terraza de este último cuerpo se accedía por una escalera móvil y desde ella se oteaba el horizonte en busca de novedades.Los cuerpos de estas construcciones se resuelven con gran sencillez, siendo todos lisos, con el único resalte de los listeles que separan las plantas o las molduras que en algunos casos llevan sus vanos. Como terminan en dos niveles, se plantea el problema estético de establecer un nexo armónico entre ambos. Para ello se acude a soluciones diferentes: en el número 23 duplicado de la calle Columela, tenemos una torre de planta rectangular con un listel en el primer cuerpo y listel y cornisa en el segundo, que marca una fuerte separación con el último cuerpo y amortigua el seco efecto que supone el ángulo recto formado por su unión con el pretil de la terraza baja. En el número 2 duplicado de la misma calle Columela, también se marca con una amplia cornisa la separación del último cuerpo, que al ocupar más de la mitad del área de la planta y articular su pretil en metopas, adquiere gran entidad en el conjunto de la construcción, por lo que la unión de los cuerpos queda en un segundo plano. Otro grupo de torres resuelve de forma más acertada la unión de los dos niveles de terrazas, colocando unos muretes de perfil mixtilíneo entre ambos cuerpos

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